Un nuevo Dia de la Madre que nos presenta una gran pregunta: ¿Cuál debiera ser el sentido de este festejo en un mundo muy diferente al de 18 meses atrás? Y, en relación a la maternidad ¿Qué es lo que cambió?
La pandemia sirve de hito para detenerse a revisar varios puntos:
- Primero: las mujeres y lo femenino han reclamado su protagonismo, impulsando el cambio de situaciones de inequidad milenarias.
- Segundo, el progreso de la discusión pública y de las leyes ha abierto la mirada hacia la paternidad como un ámbito que también debe cambiar, al menos como se venía conceptualizando.
- Tercero, la pandemia y el encierro nos han obligado a reenfocar la relación con los y las hijas. Hoy ya no podemos hablar sólo de ser mamá. Esa conversación incluye el ser papá y dar a los hijos e hijas el espacio que ameritan.
La Chilenografía nos da la posibilidad de examinar estos cambios en detalle:
- Ser madre (o padre) hoy no está entre los principales factores de realización personal. Uno de los descubrimientos más interesantes es que ni hombres ni mujeres declaran hoy que la maternidad/paternidad sea uno de los ámbitos más relevantes para su propia realización personal. Y, tal vez, sea más sorprendente aún que sean los hombres quienes lo consideran más relevante (14%) que las mujeres (6%). Es interesante notar que, de manera transversal, la situación económica aparece como lo más importante en este sentido (48%), probablemente influido por la situación de gran incertidumbre por la que estamos atravesando debido a la pandemia. Aparte de la seguridad económica, otras instancias que aparecen más importantes que la maternidad y paternidad son Sentirse independiente / autovalente (28% los hombres y 42% las mujeres) y Tener tiempo personal para disfrutarlo (27% los hombres y 24% las mujeres).
- “No está en mis planes”. Otro descubrimiento que nos revela cuánto han cambiado las cosas en los últimos años, se refiere a las razones de las personas sin hijos para no tenerlos, excluyendo la edad (ser demasiado jóvenes o muy mayores). Aquí también es sorprendente ver las diferencias entre hombres y mujeres: mientras la principal razón masculina es que primero necesitan consolidarse económicamente (41%), la razón más declarada por las mujeres fue No está en mis planes ser madre (32%). Sólo un 20% de los hombres está de acuerdo con esta afirmación (No está en mis planes ser padre). Alternativas que implican una postergación de la maternidad también eran posibles respuestas, pero todas fueron declaradas en menor medida por las mujeres: la consolidación económica (24%), la realización de proyectos personales (24%) y el desarrollo profesional (21%). También es interesante que estas dos últimas razones, de manera inequívoca, están representando a mujeres que se ponen a sí mismas como el foco de sus propias vidas, lo cual probablemente sea uno de los grandes cambios que se consolidarán durante el siglo XXI.
De esta forma, lo que sea considerado históricamente el gran sueño femenino, la maternidad, parece estar, al menos, en revisión.
- ¿Cómo lo están viviendo los hombres? Como las mujeres, los hombres tienen su propio gran mandato histórico: El rol de proveedor, que parece seguir siendo un estereotipo vigente pese a los enormes cambios no sólo sociales, sino también culturales que estamos viviendo. No es tan claro que los hombres sientan que pueden “soltarse” todavía de esa exigencia. Como ya vimos, la principal razón declarada por ellos para no tener hijos es que, primero, necesitan consolidarse económicamente (41%). La segunda razón, a distancia es Quiero primero poder realizar mis proyectos personales (25%), seguida por la propia realización profesional (21%). Ninguna de estas razones representa un plan alternativo a la paternidad o a la formación de una familia, sino sólo una postergación. Recordemos que No está en mis planes es una declaración manifestada sólo por el 20% de los hombres.
- Paternidad y maternidad en la nueva normalidad. Preguntamos a hombres y mujeres de las generaciones Z y Millennials, que ya fueran padres y madres, si querían tener más hijos. Su respuesta: el 46% de los Z y el 54% de los Millenials dice que sí, pero sólo el 40 y el 44% de las mujeres de estos mismos grupos. En 2017, el promedio de hijos por mujer ya era inferior a 2, por lo que no es novedad que menos de la mitad de las personas que ya tienen hijos quieran seguir aumentando la familia. Lo interesante es que vuelve a constatarse que el mandato social histórico que dictaba que el gran deseo de toda mujer es ser madre, no calza con estas respuestas, al punto de ser un deseo manifestado más por hombres que por mujeres.
Es común pensar que este tipo de declaraciones son sólo cosas que se dicen, pues en los hechos, la gente sigue teniendo hijos y declarando la paternidad / maternidad como el ámbito que más les reporta felicidad en sus vidas (82% de los hombres y 91% de las mujeres). Sin embargo, los discursos están cambiando. Hoy, las mujeres están mucho más decididas a declarar que la maternidad no es o no será su fuente principal de realización personal, y a vivir una vida que implique compatibilizar sus labores de madre con otros roles que le aporten gratificación e independencia. Este progresivo cambio en el rol de la maternidad empuja necesariamente un cambio en el rol de la paternidad dentro de la vida cotidiana. Y es por ello que celebrar un nuevo día de la madre en el contexto actual invita de manera natural mirar también hacia la paternidad y la forma en que ambos roles están reformateando nuestra sociedad.
Nota metodológica: Estudio cuantitativo, sobre la base de entrevistas auto aplicadas de manera online a personas pertenecientes a un panel que representa de buena forma la realidad nacional.
El público objetivo son Hombres y mujeres mayores de 15 años, pertenecientes a los grupos socioeconómicos (GSE) ABC1, C2, C3 y DE. Residentes de Santiago y Regiones, considerando una cobertura de 196 comunas a nivel nacional. El estudio está enfocado a todos quienes viven en nuestro territorio, sin limitantes territoriales, es decir, abarcando zonas urbanas y rurales, territorio continental e insular.
El diseño muestra es estadístico no probabilístico. Sobre un total de 2.713 entrevistas estratificadas aproporcionalmente por las variables de sexo, edad, GSE y zona.
Los datos fueron recogidos en los meses de noviembre, diciembre 2020 y enero 2021.
En base a estos tamaños muestrales, cuando en el texto se indica que las diferencias son significativas, es que lo son a nivel estadístico, más allá del error muestral.